La Rosa Mosqueta y el aceite que nos hace bellas

La rosa mosqueta o mosqueta (Rosa eglanteria, sinónimo Rosa rubiginosa) es un arbusto silvestre de la familia de las rosáceas con una bella flor de color rosa pálido. Se trata de una planta nativa de Europa, y muy especialmente cultivada en el Inglaterra. Pero eso también se la encuentra en estado silvestre en las regiones del sur: en la Cordillera de los Andes (tanto del lado chileno como el argentino) y el piedemonte mendocino.

Sus frutos se utilizan para prepara dulces y mermeladas, y su aceite (extraído de sus semillas) se aprovecha en cosmética. El aceite de la Rosa Mosqueta se obtiene por maceración de la flor, proveniente de los Andes y reconocida por ser un gran regenerador de la piel.

Su contenido en Ácidos Grasos Esenciales (AGE) insaturados es muy elevado, un 80% de los cuales : 41% es Ác. linoleico, , el 39% Ác. linolénico, y el 16% Ác. Oleico. Los AGE son nutrientes muy importantes en muchos procesos fisiológicos y bioquímicos del cuerpo humano, relacionados con la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular. Tienen además una función estructural, formando parte de los fosfolípidos de las membranas celulares de los tejidos del organismo, y son los precursores de las prostaglandinas y leucotrienos, apartir de la síntesis del Ácido araquidónico.


Gracias a todo ello su aplicación directa sobre el rostro atenúa las arrugas, las marcas de acné y la regeneración de las cicatrices.

Pero sobre todo, tiene sobre el cuerpo una acción nutritiva que es muy aconsejable para regenerar las estrías.

Via | wikipedia | infoplena