Al repetirse diariamente y durante varias horas, una postura frente a la computadora o una posición al dormir, pueden generar tensiones que desembocan luego en estos fuertes dolores. Al tratarse de movimientos ya rutinizados, pocas veces se los asocia al dolor.
Por otro lado ciertos trastornos diarios, ya incorporados como parte de la realidad en la ciudad, generan dolores de cabeza que pueden tornarse demasiado frecuentes si no se actúa al respecto. Trabajar demasiadas horas y no dormir las suficientes y omitir comidas o comer mal, son residuos casi inevitables del vertiginoso ritmo de vida que lleva hoy el ciudadano en las ciudades.
Para estos dolores de cabeza, se recomienda adoptar actitudes diarias más relajantes. Una de ellas es dormir bien. Algo que parece simple, pero que no se cumple debido a diversos motivos, tales como dormir con los dientes apretados y rechinándolos. Este es un síntoma muy habitual en la población adulta, denominado bruxismo, y suele ser un motivo seguro de dolor de cabeza a la mañana siguiente. Dormir horas de más tampoco es la solución.
Muchos síntomas automatizados como el bruxismo reflejan el estrés diario, por eso es tan importante bajar una velocidad durante el día para aprender a respirar profundamente y relajar los músculos. Para ello el ejercicio físico es fundamental, ya que a través de él se eliminan tensiones musculares y se libera endorfina, una hormona con propiedades similares a la morfina, que ayuda a apaciguar los dolores.
También es importante consumir una buena dieta, evitando los alimentos con tiramina, y alimentos más famosos por sus consecuencias dañinas como los embutidos. Evitar también ingerir cafeína en exceso (ya que en pocas cantidades puede aliviar el dolor).
Comenzar a poner en práctica estos hábitos puede ayudar a correr a un segundo plano los dolores de cabeza y vivir con una perspectiva más positiva cada día.
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