Cómo evitar el pelo encrespado


Es un verdadero problema capaz de arruinar cualquier intento de peinado. Reseco, enmarañado, áspero al tacto e indomable frente al cepillo. Este es el aspecto de un pelo encrespado. No te preocupes porque tiene solución. Con los cuidados y productos adecuados, la fibra capilar puede recuperar su equilibrio devolviendo a tu cabello todo su esplendor.
El encrespamiento en el cabello se produce cuando la cutícula exterior que recubre y protege cada pelo se deteriora. Esa capa externa invisible es la responsable en parte de un cabello sano porque mantiene la correcta hidratación capilar y protege cada fibra de los agentes externos. ¿Por qué se deteriora?

Las causas son variadas. En primer lugar la genética influye y nuestro pelo tiene unas características propias no sólo en cuanto a color, forma o grosor sino también en lo referente a resistencia y fortaleza.

Pero aun sin olvidar esta realidad, son los agentes externos los que pueden dañar el cabello hasta dejarlo áspero y sin brillo. El sol en exceso (y sin la correcta protección), el viento o las temperaturas extremas “atacan” a la cutícula protectora resquebrajándola y haciendo más fácil dañar cada fibra.

Los productos capilares inadecuados o demasiado agresivos producen el mismo efecto y el resultado es un pelo “insufrible” que además empeora ante la mínima presencia de humedad en el ambiente.

Para prevenir este problema o para remediarlo si ya existe, unos sencillos consejos obrarán “milagros” en poco tiempo. A la hora de lavarlo:

Utiliza un champú suave e hidratante en cada lavado. Evita los que contengan ingredientes agresivos y elige los que incluyan aceites por ejemplo de almendras o aguacate o plantas como la lavanda.
Emplea agua templada, no demasiado caliente.
Si tu cabello es muy seco, aplica acondicionador (si es graso no es recomendable salvo que utilices uno específico que además trate el exceso de grasa).
Sécalo con suavidad (frotar con fuerza con la toalla está totalmente prohibido porque romperías más la cutícula).
Cuidar y peinar

Una vez lavado y en su caso acondicionado, tu cabello requerirá unos cuidados específicos.

Las mascarillas son un perfecto aliado a la hora de hidratar y aportar nutrientes fundamentales para que el pelo recupere su equilibrio y su aspecto saludable. En el mercado tienes una gran variedad de productos de este tipo y deberás elegir la que más de adapte a tus necesidades concretas (puede que junto al encrespamiento existan otras disfunciones como caspa o grasa).

El uso de una mascarilla al menos una vez a la semana garantiza un aporte extra de cuidado capilar, perfecto para prevenir el encrespamiento especialmente en los meses en los que las temperaturas extremas pueden hacer estragos.

Si tu caso es de los “graves” o necesitas un tratamiento anti-encrespamiento express, las mascarillas más recomendables son las que no necesitan aclarado (se fijan creando una capa impermeable en cada cabello) o también las que se aplican con calor (mascarilla + gorro de baño + unos minutos de secador).

También existen tratamientos profesionales en peluquerías para eliminar este problema.

A la hora de peinarte ten en cuenta que el peine o cepillo entra en contacto directo con tu cabello por lo que tendrás que elegir uno que no lo dañe. Utiliza siempre los que sean de fibra natural o madera (en el caso de peines); los de metal, total y absolutamente descartados porque la electricidad estática de tu cabello se dispararía y el resultado solo sería válido si lo que persigues es un estilo “punky”.

Por último, mucho cuidado a la hora de usar el secador. Puedes hacerlo sin abusar y siempre aplicando antes un serum protector anti-encrespamiento, como los que ofrecen, por ejemplo, las firmas Schwarzkopf, Tahe o Elvive de L’Oreal.

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