La autoestima de la mujer


"Has recorrido un largo camino, muchacha". Frase célebre de una famosa marca de cigarillos, sguramente producto de algún creativo veladamente machista.

Un camino que sin duda, no fue nada fácil.No por su extensión, sino por sus intrincadas características.

Desde Eva, la mujer ha experimentado todos los altibajos posibles; corporales, emocinales, vivenciales y existenciale.

La sociedad le ha adjudicado roles contradictorios, a veces como protagonista, otras como directora, muchas actriz de reparto.



El modelo de lo que significa ser mujer se ha relacionado a menudo con la debilidad, la dependecia, la sumisión, la dedicación abnegada y el sacrificio. Aunque este modelo está cambiando, muchas mujeres crecieron bajo su sombra o siguen relacionadas con personas que lo revalidan.

Esta pintura femenina irradia dos mensajes poco alentadores. "Mujer hay muchas cosas que no puedes hacer, necesitas a alguien fuerte que te ayude". Léase, no oses valerte por tí misma. "Las necesidades y deseos de los que quieres están antes que los tuyos". Léase poco importas tú, mujer. No asombra entonces que en este paisaje, la mujer haya sufrido incalculables crisis de identidad, replanteándose a menudo el tema de su autoestima.

Idolatra como útero y canonizada como mártir de las emociones, las habitanes del género femenino han visitado con frecuencia divanes y consultorios, en búsqueda de una solución a este problema.

Según médicos y psicólogos, la baja autoestima provoca en todo ser humano una disminución de las defensas corporales y parálisis de la estructura emocional.

Sin embargo la psicología humanística es más optimista, cuando sostiene que todo ser humano tiene en sí mismo el germen de una naturaleza positiva,que alimenta la seguridad y la confianza como herramienta de autorealización.
La teoria de personalidad de Rogers lo resume claramente "El hombre es un organismo digno de confianza" EN NUESTRA OPINION, LA MUJER, TAMBIEN

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