Un cuerpo más ágil, elástico y tonificado, además de una mente más serena y equilibrio interior. Todo esto puede obtenerse gracias a los ejercicios inspirados en las posturas de yoga y los movimientos de la danza india, convirtiendo al yoga dance en una práctica divertida y eficaz, con pasos llenos de ritmo, elegancia y dinamismo.
Yoga dance – Danza hindú y yoga
La danza india proviene de los mitos y leyendas, rituales y folklore de la cultura hinduista. Sus figuras narran y recrean las hazañas de héroes y dioses.
En la danza hindú todo el cuerpo participa, las manos, el busto, los pies y las piernas poseen un significado, la sincronización de los movimientos es sorprendente, captando la atención del espectador y envolviendo en un halo mágico y sugestivo a quien lo practica.
Los movimientos de la danza india, armoniosos y precisos, aumentan la capacidad de coordinación y confieren agilidad, ya que para ejecutar sus figuras es necesario tener la habilidad de mover distintas partes del cuerpo al mismo tiempo mientras el rostro adopta la expresión deseada.
Los cambios de expresión del rostro constituyen una verdadera gimnasia facial que aporta una descarga de energía y tonifica los músculos del rostro.
Los movimientos de las manos y pies, permiten adquirir una habilidad motriz excepcional, ayudando a prevenir dolores artríticos y trastornos óseos. Además, durante los pasos de danza, la continua percusión de la planta de los pies ejerce un beneficioso masaje en la zona.
La danza hindú se complementa a la perfección con el yoga, práctica que se remonta a más de 5.000 años y que persigue la obtención del bienestar global.
Ambas disciplinas unidas en el yoga dance, consiguen mejorar la elasticidad corporal, la habilidad motriz, tonifican los músculos, favorecen la flexibilidad de las articulaciones y mejoran la circulación.
Al mismo tiempo, se renueva la energía y las tensiones se relajan, recuperando la serenidad y la armonía interior.
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