El maquillaje bien utilizado puede ser un arma que logra mejorar la apariencia, acentuar los rasgos, disimular las imperfecciones y causar una buena impresión.
Los resultados que se esperan de este aliado varían según el momento del día en el cual se lo utilice. Para el día se pretende que el maquillaje brinde una apariencia natural, fresca y luminosa. Por tal motivo se aconseja la utilización de tonos suaves y texturas ligeras.
En cambio al maquillarse para la noche se cuenta con más opciones y libertad en la elección de los colores y brillos. Un maquillaje nocturno involucra delineados más acentuados, colores vivos, sombras más brillantes y pestañas con mayor protagonismo.
Pero además de todo lo mencionado se deben tener en cuenta otras cuestiones. Hay que estar al tanto de las tendencias vigentes en cuanto a los colores y texturas de moda y tratar de adaptarlas de la mejor manera al tipo de rostro, el color de piel y personalidad que tiene cada una.
Por último el maquillaje permite a la mujer verse distinta, más bella y le ayuda a sentirse mejor consigo misma y más segura.
A no desperdiciar este perfecto aliado, hay que informarse sobre la mejor forma de maquillarse y a experimentar lo mejor para cada una.
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