Es una vitamina liposoluble, que se encuentra presente en algunos productos de origen animal como así también en ciertos vegetales y frutas. Su consumo es recomendable especialmente para mujeres en época de lactancia, embarazadas y personas mayores de 65 años.
La mayoría de los productos que actúan sobre el cutis suelen incluir esta forma vitamínica entre sus componentes. Por su acción exfoliante brinda a la piel un aspecto más saludable y el rostro obtiene un resultado más luminoso. Por su alta sensibilidad a la luz, se indica para esta gama de cosméticos un uso nocturno a la vez que se recomienda mayor protección frente a las exposiciones solares.
Este compuesto base, también conocido como Ácido Retinoico, o Retina-A, puede ser consumido a través de alimentos tales como: hígado (vacuno o de pollo), lácteos, huevos. En el caso de las frutas y vegetales, se halla presente en las zanahorias, espinacas, batatas, durazno y melón; el cuerpo humano es quien completa el proceso de síntesis; ya que en estos elementos, este tipo de ácido se encuentra como una sustancia precursora de la vitamina A.
Una dieta rica en vitamina A contribuye a la belleza de nuestro cuerpo.
Este nutriente, soluble en grasa y aceites, contribuye a formar y fortificar dientes, músculos y huesos; posibilita, incluso, una mayor agudeza visual y colabora en el mantenimiento de las membranas mucosas, ayudando así a combatir infecciones.
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