¿Cómo exfoliar mi cuerpo y mi rostro?


Con una exfoliación integral correcta conseguimos una piel luminosa y mejoramos la absorción de los tratamientos posteriores que se apliquen.
Con la llegada de la primavera y previo a los primeros rayos de sol, tu piel necesita una exfoliación profunda para verse luminosa y evitar imperfecciones y manchas. ¡Tu piel necesita renovarse!
¿Qué son los exfoliantes?
Se trata de productos que, bien con pequeñas partículas que arrastran las impurezas superficiales, o los llamados “peelings”, que contienen químicos activos y son muy eficaces para eliminar imperfecciones o cicatrices, revelan una nueva piel. Tanto la piel del rostro como del cuerpo deben ser renovados con la inestimable ayuda de estos productos.
¿Cómo exfoliar mi piel?
Tranquila, es muy normal tener dudas al respecto, y si no lo has hecho nunca, una vez comiences a hacerlo, seguro que no lo abandonarás, ya que descubrirás una piel nueva, lisa y tersa, que adorarás.

CUERPO: con la piel húmeda, (ideal tras una ducha caliente), aplica el producto por todo el cuerpo con la ayuda de un guante de crin. Ejerce una ligera presión mientras realizas movimientos circulares. Presta atención a las zonas más ásperas, como los tobillos, codos y rodillas. Permite que el producto repose unos minutos y aclara bien la piel con agua tibia. Aplica después una loción hidratante con un suave masaje y… ¡voilá! Tu piel estará tan suave y tersa como la de un bebé.

ROSTRO: con la piel del rostro limpia y húmeda, aplica el producto exfoliante con las manos mientras realizas movimientos circulares. Evita en todo momento el contorno de ojos y labios, zonas particularmente sensibles. Tras unos minutos, aclara la piel con abundante agua tibia y aplica una crema hidratante. ¡Rostro luminoso al instante!

Eso sí, te recomendamos no volverte una adicta a la exfoliación, ya que su exceso es tan perjudicial como su defecto. Lo ideal es exfoliar tu piel 1 o 2 veces por semana.

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