Todo lo que necesitas saber acerca del Botox


¿Qué es el Botox?

Las inyecciones de Botox se han convertido en el procedimiento más popular en los últimos años. Botox es el nombre del producto para las inyecciones que contienen una forma refinada de la toxina del botulismo (una toxina que causa envenenamiento de los alimentos). Cuando se inyecta en un musculo, la toxina bloquea los impulsos nerviosos que harían que normalmente el musculo se contraiga. La ausencia o disminución de la contracción del musculo deja la piel más suave y produce una apariencia más relajada de las características faciales.
¿Para qué se usa el Botox?

Las señales de envejecimiento que mejor responden a las inyecciones de Botox son las líneas de expresión y arrugas causadas por la contracción de los músculos usados en las expresiones faciales, en especial aquellos que se activan al fruncir el ceño o entrecerrar los ojos. Por lo tanto, el Botox es más usado para reducir la aparición de arrugas entre las cejas, la frente y alrededor de los ojos, lo que se conoce comúnmente como “patas de gallo”.

El Botox también puede usarse para las líneas y arrugas de la parte inferior del rostro.
¿Cómo se usa el Botox?

El Botox es generalmente inyectado directamente en el musculo usando una aguja muy pequeña. EL cirujano te pedirá realizar algunos gestos para contraer los músculos en el área tratada. Esto le permitirá determinar la ubicación precisa en la que se deben administrar las inyecciones. La mayoría de los tratamientos necesitan varias inyecciones.
¿Quiénes puedes usar Botox?
Los pacientes con señales de envejecimiento temprano
Pacientes cuyas líneas de expresión producen un aspecto cansado, triste o enojado
Aquellos que no son candidatos para procedimientos cosméticos mas invasivos
¿Quiénes no pueden usar Botox?

Contraindicaciones del Botox:

Es muy importante mencionar al cirujano cualquier medicamento o suplemento que estés tomando porque algunos medicamentos como los antibióticos, los antiinflamatorios o la aspirina, e incluso algunas vitaminas y suplementos herbales pueden aumentar el sangrado y producir hematomas en las zonas de inyección.

Las mujeres embarazadas y que están dando pecho no deben usar Botox. Además, cualquier persona con una infección cerca de la zona de inyección deben posponer el tratamiento hasta que la infección sea resuelta. Además existe un riesgo aumentado de serios efectos secundarios en pacientes con cualquier desorden neuromuscular pre existente.
Riesgos y complicaciones del Botox

La mayoría de las complicaciones son temporales y los riesgos pueden ser minimizados con las técnicas correctas de inyección. Los efectos secundarios más comunes de las inyecciones de Botox son:
Caída temporal de los parpados
Nauseas
Dolores de cabeza
Dolor localizado, sensibilidad o adormecimiento
Infecciones
Inflamación
Enrojecimiento, sangrado o moretones en las zonas inyectadas
Reducción de la capacidad de parpadear, lo que puede producir abrasión en la cornea

Las complicaciones más raras o reacciones adversas incluyen complicaciones cardiacas, anafilaxia y otras reacciones (incluyendo fatales). Es muy importante informar al cirujano de cualquier condición preexistente.

Recuperación y tiempo

La mayoría de los pacientes pueden retomar las actividades normales inmediatamente, aunque puede haber un poco de inflamación, sangrado o enrojecimiento en la zona inyectada, lo que generalmente dura unas horas, pero puede persistir tanto como 24 a 48 horas en pacientes muy sensibles.
Lo bueno del Botox

Si el paciente no está satisfecho, los efectos desaparecen por si solos al cabo de unos meses. Dado el efecto relajador de los músculos, muchos cirujanos dicen haber tenido éxito en el tratamiento de los dolores de cabeza por migraña, sudoración excesiva y espasmos musculares.

Los efectos pueden ser acumulativos con tratamientos repetitivos o incluso preventivos si las inyecciones son administradas antes de que las señales de envejecimiento aparezcan.
Para tener en cuenta cuando usas Botox

En la mayoría de los casos, se debe esperar entre tres a siete días para ver los efectos completos, los que serán entre tres a seis meses. Para mantener los resultados se necesita repetir el tratamiento.

Un pequeño porcentaje de pacientes reportan ninguna mejora, demostrando un tipo de inmunidad o resistencia al Botox.

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