En el proceso de sueño, conviene tomar conciencia de la importancia que tiene para los individuos la posibilidad de conciliar un buen descanso. Durante el sueño, pasamos por diferentes etapas que nos permiten de forma gradual ingresar en un estado de somnolencia profunda, con lo cual se pierde el sentido del tiempo y entretanto nos invade una situación de pesadez que da origen al cumplimiento del ciclo completo del sueño.
Sin embargo, quienes se sienten incapaces de descansar tranquilamente en sus horas de reposo, sufren las consecuencias posteriores mientras deambulan por el mundo en su tiempo de vigilia.
Producto de los inconvenientes que surgen de no poder conciliar el sueño, estas personas se sienten susceptibles a los síntomas causados por la presencia del insomnio y su productividad se siente aminorada.
La somnolencia puede despertar cambios inapropiados durante el desarrollo de las actividades que habitualmente se realizan, especialmente, en individuos propensos a sufrir estados de ansiedad y que por esas razones padecen de serias dificultades al intentar ajustar los parámetros del sueño.
En consecuencia, y sabiendo que los medicamentos en esta clase de tratamientos, pueden ser eficaces solo si se piensa en el corto plazo, es conveniente recurrir a profesionales de la salud con el fin de que nos ayuden a resolver los problemas que representan estas alteraciones en el descanso.
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