El cuidado de tus manos


“Las manos son el instrumento de los instrumentos” rezaba Aristóteles siglos atrás, dejando marcado un camino que se confirmaría con el paso del tiempo.

Nuestras manos salen a la calle, trabajan, cocinan, lavan. Con todo, su cuidado queda relegado al espacio que queda libre en alguna que otra oportunidad en nuestra agenda.

No hablamos de un cuidado extremo, a sabiendas del poco tiempo que se tiene en los días que corren, pero sí de pequeños consejos que cualquiera puede llevar a cabo en su rutina diaria.

El uso de pequeñas dosis de protector solar- aunque parezca un hecho exagerado para esta parte del cuerpo- elminan el 80% de las posibilidades de contraer esas minúsculas manchas marrones que tanto se acrecientan con la edad.

Lavar las manos siempre con jabón de glicerina y con agua a temperatura ambiente, evitará un resacamiento inecesario, y para hidratar las manos muy dañadas, exfoliarlas dos veces por semana con crema hidratante mezclada con una chucharita de azúcar.

Por último, una aplicación de vaselina antes de dormir, actuará toda la noche renovando la apariencia en muy pocos días.

Con los puños cerrados no se puede intercambiar un apretón de manos. Una caricia suave, en cambio, puede conquistar nuestros sentidos en un abrir y cerrar de ojos.

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