Como el dinero afecta la relación entre las personas


Hace algunos años James Herman y Dan Ariely, – este último es autor del libro Las trampas del deseo (titulo original Predictably Irrational) un éxito de ventas en Estados Unidos y el mundo, – comenzaron a estudiar qué sucede con el comportamiento humano cuando el dinero entra en juego.

Ambos investigadores han realizado una serie de experimentos muy interesantes donde se pone en juego la relación de las personas con el dinero y la relación de las personas entre sí cuando hay dinero de por medio.

Los experimentos realizados son muy sencillos pero altamente reveladores. El primero de la serie consistió en pedirle a un grupo de sujetos que los ayudaran en una supuesta investigación. A algunos de los sujetos no se les pagaba nada, a otros medio dólar y a otros cinco dólares.

Los que mejor efectuaron la tarea fueron aquellos que no recibieron nada de dinero a cambio y aquellos que recibieron la suma más alta, dejando a los colaboradores del medio dólar con los resultados más pobres. ¿Porqué aquellos que no cobraron nada tuvieron mejor performance que los que cobraron algo, que, aunque no haya sido la suma más alta era más que nada?



Ariely explica la razón de este fenómeno: Cuando a una persona se le pide colaboración esta puede entrar en dos contextos con normas diferentes. O bien la interacción entra en el contexto económico ( yo hago algo y tú me pagas por eso) o entra en el contexto social (hago tal o cual cosa como favor para ayudarte a ti).

Ambos contextos se rigen por normas diferentes. Las personas que ayudaron en el experimento sin recibir nada a cambio realizaron su tarea con empeño, porque entraba en juego el deseo de colaborar con investigadores prestigiosos. Las personas que se sentían bien remuneradas por su acción también tuvieron buena performance, ya que recibían una buena paga por ello. Sólo los que se sentían mal pagos tuvieron pobres resultados.

En el libro de Rom Brafman “Sway: The Irresistible Pull of Irrational Behavior”, se describe este mismo fenómeno actuando en el mundo real. Hace algunos años en Suiza el gobierno quiso construir un deposito de basura nuclear cerca de un pueblo. Quizá por patriotismo o un extraño sentido del deber cívico un 50,8 % de las personas estaban dispuesta a aceptar la construcción del deposito.

El gobierno pensó que esta cifra era baja y que necesitaba captar más gente, para ello ofreció como retribución 5.000 francos a cada residente que apoyará el proyecto. Una vez que el dinero fue introducido en la ecuación el contexto cambio para la gente del pueblo que pasó de regirse por la normativa social a la económica. Los resultados fueron desastrosos para el gobierno: con dinero de por medio, la cantidad de gente a favor del proyecto bajo a un 24,6%.

La razón: 5.000 francos es poco dinero para tener que soportar cerca un basurero.

Lo que estos estudios demuestran es que las relaciones se vuelven muy diferentes cuando el dinero entra como un tercero en discordia. Parece como si nuestra mente cambiara de canal y todo aparece bajo una luz diferente.

Es que el dinero no deja se ser un instrumento de poder que lleva las relaciones a otro nivel. Poner sus efectos al descubierto es una forma de prevenir y solucionar los problemas que puede engendrar. Esto no es ninguna novedad, es sólo sabiduría popular pues ya dice el dicho que “cuentas claras mantienen la amistad”.

Vía| Psychcentral

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