Hay veces que la actividad física puede volverse un poco monótona, y verdaderamente es lo último que queremos. Siempre tenemos que hacer todo lo posible para no caer en el aburrimiento de la actividad física, ya que esto nos llevará a verlo como una obligación más que como algo para disfrutar, y aquí es donde nuestro entrenamiento (y, por lo tanto, nuestro organismo) comenzará a resentirse.
Escuchar nueva música. Para mi, la elección de la música para realizar actividad física es importantísima. La música me ayuda aún más a despejar mi cabeza y a dejarme llevar por lo que mi cuerpo me pide que haga, y que el mismo pueda responder a todo lo que yo le exija. Sinceramente, no podría entrenar sin música, y por eso es que pongo este ítem en primer lugar. Es importante hacer una buena lista de canciones que nos den más energía, pero aquí lo importante está en los gustos y preferencias individuales de cada uno.
Hacer cambios en las rutinas. Una simple búsqueda dentro de VivirSalud y ya tendrás muchísimas ideas nuevas para ir cambiando y mejorando tu rutina de actividad. De este modo, evitaremos el cansancio por repetición de realizar siempre exactamente los mismos ejercicios.
Obtener nuevo equipo de ejercicios. Si bien suena un poco pretencioso y hasta incluso superficial, lo cierto es que cuando tenemos algo nuevito para acompañar nuestro equipo de realizar actividad, nos motivamos un poco más. Funciona con absolutamente todos y también funcionará contigo. No es necesario que te hayas comprado un nuevo par de zapatillas (que son la parte más costosa de cualquier ropa de entrenamiento) para motivarte, pero sí ayudará muchísimo.
Por último, los instaré a todos de la misma manera que lo hago siempre: la mejor forma de seguir enganchado con la actividad física es recordar lo bien que te sientes durante y sobretodo después de realizarla. Mantén eso en mente y verás cómo se te pasará de rápido el tiempo.
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