Falsos mitos: pastillas que convierten grasa en músculo


El otro día oyendo hablar a un grupo de chicos me hizo sentir en lo más interno de cerebro un calambre estremecedor, cuando uno de ellos dijo, como si de una verdad absoluta estuviera hablando, la siguiente frase: esos chicos toman pastillas que convierten la grasa en músculo. No quedó ahí la cosa pues un rato más tarde al ver su éxito lo enunció a un gran grupo de oyentes que asintieron entre risas.

Desde Vitónica hemos creído conveniente crear una serie para desmentir falsos mitos, con frases que caigan en nuestras manos explicando los porqués de lo incorrecto de esa frase, con el fin de aumentar los conocimientos de todos los que alguna vez las hayan oído para si quieres poder explicar la verdad del asunto.

Pero no va a quedar ahí la cosa, ya que si alguno de vosotros quiere participar en la creación de cualquier falso mito que haya escuchado hasta la saciedad o tiene duda de alguna frase que haya podido escuchar en el gimnasio, en la calle o en cualquier sitio, nos lo podéis dejar en un comentario en uno de los post de esta serie y nosotros intentaremos dar respuesta a la misma.
Porqué es falso que existan esas pastillas

Para intentar aclarar un poco el falso mito de la existencia de unas pastillas milagrosas que son capaces de convertir la grasa en músculo explicaremos unos puntos que hay que tener en cuenta a la hora de explicar un proceso tan laborioso, más complicado que unas pastillas que conviertan el plomo en oro:
La grasa es un combustible, para que nos hagamos una idea el cuerpo humano usa como combustible principalmente los hidratos de carbono y la grasa, y las proteínas excepcionalmente (por no decir nunca).
Los hidratos de carbono: se usan para ejercicios intensos transformándose en glucógeno previamente mientras que la grasa se usa en ejercicio moderados, digamos que la grasa es un combustible malo y no se puede usar en situaciones donde se necesita potencia e intensidad.
El músculo está creado en base a aminoácidos, los cuales se sacan principalmente de la proteína, que se puede tomar en diferentes formas como carnes y pescados, huevos, leche, soja …. Recordad que los batidos de proteína no son más que a parte proteica de la leche, la soja o los huevos.
Para crear músculo lo que se hace es un ejercicio intenso que rompe las miofibrillas musculares que con el descanso y una buena nutrición se regenerar con más volumen para volver a soportar esa intensidad la siguiente vez.
Por tanto las proteínas son los ladrillos de nuestros músculos, por tanto es algo tan sencillo como intentar construir algo en vez de con ladillos realizarlos con combustible, esto sin duda no tiene ni pies ni cabeza.
Los milagros: no existen, puesto que realizar el paso directo de la grasa a músculo simplemente ingiriendo algo es totalmente absurdo e imposible, por lo menos en este planeta y en los seres vivos que conocemos.

¿Y por qué usan esa frase?

Creemos que, además de una falta de conocimiento en la materia, estas personas se basan para decir eso en hacer creer que ellos no están así porque no toman esas pastillas, y que les gusta estar tal y como están sin hacer ejercicio ni cuidar su dieta, ni estilo de vida, y debatiendo de ello con una caña de cerveza en la mano, algo que les quita la poca credibilidad que podrían tener.

Quizá en este caso se puede hablar de la envidia como clave del asunto, pero en muchas ocasiones se habla de los demás simplemente por hablar, y no queremos decir que hay que dejar de debatir sobre cualquier tema, pero si que sería bueno para realizar un buen debate tener un mínimo de conocimiento e intentar ser objetivo con uno mismo principalmente.

Recuerda, este es el primer mito que descubrimos, es la primera frase errónea que la sociedad cree a pies juntillas y que abre la puerta a una serie divertida y divulgativa que nos hará aprender un poco más sobre todo lo que a la gente corriente nos puede preocupar sobre el entrenamiento y la dieta, y tú puedes aportar tus sugerencias y frases.

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