La manera correcta de tomar siestas


Tomar siestas es una de mis actividades favoritas. Realmente, ese momento de relajación tan necesario es considerada por muchísimas personas como una de las maravillas de este mundo en el que vivimos. Lamentablemente, el ritmo de la vida diaria moderna es cruel con los que necesitamos nuestras tan preciadas siestas. Sin embargo, en este artículo veremos por qué las siestas son importantes, y cómo tomarlas para sacar el mejor provecho de ellas.

Siestas tomadas de manera correcta han demostrado que bajan los niveles de estrés, aumentan la productividad, mejoran la creatividad y el humor en general. Para poder tomar siestas que nos provean de estos beneficios y no de esas que nos dejan sintiéndonos muy cansados, hay que seguir algunos pasos.
Primero, lo más importante, es relajar tu mente. Una mente relajada es una mente que descansa mejor, así que tendremos que buscar maneras de sacarnos todo el estrés diario aunque sea por unos momentos. Una forma de lograr esto puede ser meditando por unos minutos: elige un objeto en el cuarto y pon toda tu atención en el y deja que todos los pensamientos que vengan a tu cabeza pasen, no te concentres en ellos ni trates de ahuyentarlos, a medida que tu concentración vaya aumentando, estas distracciones se irán solas y no vendrán.
Luego de haber hecho esto, tu mente estará más relajada para poder descansar. Por supuesto que también podemos seguir la ruta más natural y tomar la siesta en el momento del día en el que sintamos ese famoso letargo (del cual escribí un artículo hace un tiempo).

En lo que respecta a la siesta propiamente dicha, lo mejor es limitarse a no más de 30 minutos, ya que este es el momento en el cual estamos en la segunda fase del sueño, la cual permite mejorar el estado de alerta de nuestro organismo pero sin ingresar al sueño de ondas lentas, el cual se consigue descansado entrados los 40 minutos, el cual producirá que te despiertes como atontado o hasta incluso de mal humor.

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