Riesgos del uso diario de los desodorantes con aluminio


Mantener buenos hábitos de higiene es el primer y fundamental paso para mantener la buena salud. Asearnos correctamente y usar los productos adecuados para complementar nuestra limpieza es algo cotidiano y simplemente común.

Pero qué sucede cuando los productos comerciales que utilizamos en nuestra rutina diaria de higiene para, por ejemplo, controlar o eliminar malos olores, como el desodorante, amenazan con ser la fuente de enfermedades realmente serias. ¿Esto es posible?

La controversia sobre el uso de desodorantes con contenido de aluminio es amplia. Mientras un sector afirma y recomienda su uso por sus geniales propiedades para detener la excesiva sudoración, otro grupo afirma que las cantidades significativas de aluminio en nuestro cuerpo puede desencadenar en enfermedades de tanto cuidado como el alzheimer y el cáncer de mama.

Estas afirmaciones van más allá de una simple creencia popular. Estudios científicos demuestran que, en exámenes realizados a personas que sufren la enfermedad de alzheimer, la cual causa una pérdida progresiva de la memoria y deterioro gradual de las funciones corporales, se ha detectado altos contenidos de aluminio en el cerebro.

Todo como resultado de una alta exposición a este elemento, a través de latas de aluminio, utensilios y los famosos desodorantes. Si bien es cierto, el origen de esta enfermedad está relacionado básicamente con otros factores, el uso de aluminio podría ser un actor secundario que promueve aún más su aparición.

En cuanto al cáncer de mamá, aún se estudia la posibilidad de considerar al aluminio en uno de los principales agentes del inicio de esta enfermedad. Se cree que el aluminio tiene un efecto negativo sobre el nivel de estrógenos, los que se encuentran altamente relacionados con la promoción del crecimiento de células cancerígenas. Sin embargo, no existen aún pruebas contundentes para asegurar que existe dicha relación.

Y aunque se diga que alejarnos o disminuir al mínimo nuestra exposición al aluminio, es prácticamente imposible, debido a que más de un elemento comercial usado en nuestra vida cotidiana posee entre su composición a este elemento, tal es el caso del maquillaje, pintura e incluso los antiácidos, y así siempre es recomendable optar por medios naturales.

En el caso específico de los desodorantes, es preferible inclinarse por el uso de productos que contengan bicarbonato y oxido de zinc, elementos que serán mucho más amigables con el organismo y que tendrán excelentes resultados para absorber la transpiración y evitar los malos olores.

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