Los verdaderos secretos de la felicidad


Es cierto, no existe una receta mágica para conseguir la felicidad, mucho menos una fórmula matemática que nos garantice ser felices para siempre. Sin embargo, los científicos afirman (cuándo no la ciencia metida en todo) que la solución al enigma que toda la humanidad ha querido descifrar, para encontrar la felicidad, radica justo donde jamás se nos hubiera ocurrido buscar: dentro de nosotros mismos.

Suene cursi o no, ni las posiciones sociales, ni el automóvil del año y la ropa de marca, ni mucho menos todo el dinero del mundo, podrá darte más felicidad que la que ya tienes hoy, a menos que cambies tu manera de pensar.

¿Quieres saber qué es lo que realmente te hará feliz el resto de tu vida? En VivirSalud responderemos a esta pregunta con algunas recomendaciones para un cambio de vida donde la única meta posible será la felicidad plena.

Sé optimista
Ya lo mencionaba al inicio, todo parte de uno mismo. Todo lo que te sucede en la vida está influenciado por tus emociones y sobre los pensamientos que tienes hacia ella. Verás que si empiezas a ver con optimismo cada instante de tu día, las cosas parecerán mejorar casi automáticamente.


Sigue tu intuición
Es inevitable esa tendencia a tratar de racionalizar absolutamente todo y examinar detenidamente pros y contras, antes de tomar las decisiones más acertadas. Sin embargo, por sorpresivo que parezca, estudios han revelado que las personas que siguen su intuición, tiempo después, se mantienen satisfechas y sobre todo felices con su elección, en contraste con las personas reflexivas.




Posee tan sólo el dinero suficiente para vivir
Si puedes pagar tu alimentación, tu casa, tu ropa, tus estudios y tu salud; habrás cubierto la cuota básica de tus necesidades y podrás vivir de manera tranquila. Poseer más dinero del que se necesita no hace la vida más feliz, sino más “cómoda”, y estas dos palabras no son sinónimas. Recuerda, todo depende de la forma en que miras la vida.




Encuentra felicidad en tu trabajo actual
Dejar que ese trabajo con el que no te sientes conforme sea el centro de tu existencia y te amargue la vida es un “lujo” que no te puedes permitir. Créeme, todo va mucho mejor cuando cambias de actitud. Enfocarse en los aspectos negativos tan sólo se volcará en tu contra, provocándote contratiempos y angustias en tu día laboral. Concéntrate mejor en tus relaciones interpersonales, en las metas que le siguen a esta etapa de tu vida, o todo lo que puedes conseguir a través de este trabajo.




Reúnete con gente que comparta tus intereses o tu fe
La felicidad dependerá mucho también de los lasos de amor y amistad que puedas reunir a lo largo de tu vida. Interactuar con personas que aman lo mismo que tú, puede ser sumamente relajante y agradable, y sobre todo, cuando se trata de la fe. No hay mejor amistad que alimente el alma que la que sienta sus bases en una misma creencia.




Al mismo tiempo, no olvides el buen hábito de sonreír, mantenerte en contacto con tu familia, salir con amigos, y sobre todo aprender a perdonar. Científicamente está comprobado que el perdón mantiene el corazón saludable, además, debes recordar que para conseguir una felicidad completa, no puedes guardar sentimientos que envenenen tu alma ni recarguen tu vida con energías negativas.

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